miércoles, 22 de diciembre de 2010

|Las Cosas tristes de la vida

Ayer toda la familia se reunió. Nos fuimos a una especie de "día de campo" por el cumpleaños de una de mis primas y bueno, toda la familia fue. Estuvimos horas y horas en un parque en el que gracias a Dios había muy poquísima gente y que estaba limpio. Un hermoso bosque solitario. Nosotros llevamos a nuestra perrita Bella, porque casi nunca sale y le hace falta divertirse y correr en un espacio abierto de vez en cuando. Cuando regresamos a casa la pobre estaba agotadísima y no se levantó de su cama hasta el día siguiente. Me alegró mucho que se diviertiera. EN fin, ese no es el punto.

Tengo una tía que tiene un montón de perros, algunos son suyos y otros simplemente los tiene provisionalmente en lo que les encuentra un hogar. Total, que llevó tres perritos en total y un gato pequeñísimo incluido. La verdad no me sé las razas, pero todos eran de tamaños considerables. Fue horrible. Por momentos tenía ganas de gritarle que se callara o algo como "Ya basta" o alejarme de allí y regresar hasta que se fuera. 

Porque ella los cuida DEMASIADO. En exceso. Los trata como si fueran niños de verdad o personas, les dice cariñitos, los persigue para todos lados y no deja que se vayan a ningún lado. Total que ella se comporta como si estuviese cuidando a su propio hijo. Con una dulce y cariñosa voz les dice cosas como "Mi vida" "Que lindo estás" blablablalbalbla... ¿Y pensarán, qué tiene eso de anormal o malo? 

Pues allí va la cosa: No sé si tengo derecho a decirlo, probablemente no, pero sólo es una opinión. La verdad es que pienso que la vida de mi tía es algo triste. Siempre fue una señora muy amargada, enojosa y odia a los niños. O al menos así siempre fue.

No le gustaba que niños fueran a su casa y siempre nos trataba mal, porque según sólo estábamos de estorbo y para hacer desorden. Estuvo casada por algún tiempo y recuerdo que siempre decía "Los niños son unos odiosos. No hay nada como librarse de los desastres y quéhaceres que provocan" Y así siempre fue, pasaron los años y ella envejeció, como es de esperarse. Se divorció después, pero nunca le llegó a interesar tener hijos. 

De nuevo se ha casado, ahora todos mis tíos (oséase sus hermanos) ya están llenos de hijos y ella sigue tan sola como siempre. Pero ahora hay una diferencia, ella nos miró, tanto a nuestros padres como a nosotros y se miró a ella misma y se dio cuenta de que estaba sola. Que a pesar de tener un adorable esposo seguía sin poder vivir lo que es ser madre. 

Entonces ella comenzó a deprimirse, a desesperarse, pero nunca le gustaba demostrarlo. Obviamente yo me daba cuenta, era demasiado evidente. Más evidente fue para mí que la soledad que le provocaba el no tener un hijo hizo que se comprara un perro. No sé qué raza es, la verdad no importa, pero le puso Lucas. XD.

Y después de eso, ya no la volvimos a ver sin él. Lo llevaba a todos lados y sería extraño verlo sin ella. Probablemente si en los restaurantes se permitiesen los perros, lo llevaría allí también. Lo mimaba demasiado, le hizo su propia casa (aunque la mayor parte del tiempo estaba en el cuarto vacío y sobrante de su casa), le consiguió su propio entrenador personal y lo alimentó como no había visto a nadie hacerlo. Carne, pollo, verduras, cereales y yogurt. Ah, pero ella misma nos dice que el yogurt debe de ser natural, porque si Lucas no lo come.

Los modales y comportamiento del perro son demasiado sorprendentes. De tal forma lo educó y cuidó mi tía, que ahora el perro se comporta como si fuese un niño. Tiene ciertas actitudes que puedo contar aquí, pero seguro que no me las creerían. Sólo puedo estar segura de que si ese perro llegase a perderse, sólo duraría unos cuantos días, porque ambos se han vuelto muy dependientes del otro. 

Ella entonces adoptó una postura extraña y un cariño demasiado exagerado hacia los perros. Los empezó a recoger de la calle, a salvar de su miseria, incluso los comenzó a llevar a su casa, a cuidarlos y después de un tiempo conseguirles un hogar. A cualquiera esto le parecería adorable, una muy buena acción, incluso a mí al principio me parecía algo sumamente humano y admirable. 

Pero, con el paso del tiempo, me fui dando cuenta de que no era tan bueno. Se volvió obsesivo, casi rozando lo obsesivo, su casa comenzó a estar llena de perros y llegó un punto en el que prefirió convivir con ellos. Ahora mismo, ya prefeiere a sus perros que a nosotros, que somos sus sobrinos.

Y ni hablar de Lucas, su pseudohijo, al que no suelta ni deja para nada. El pobre perro hasta puede cantar. Tan incrédula y sorprendida me siento yo, que para mí fue el colmo que el perro se comportara de una manera egoísta con los otros perros que mi tía tiene en cuidado. El otro día fui y le vi jugando con unas pelotas y unos muñecos, entonces para mi sorpresa él los echó en el cubo de la basura y mi tía me explicó que hacía esto para que los otros perros no los agarraran y yo me quedé WTF!?

Y ese día, en la fiesta, su maldito perro le orinó la pierna a mi abuela!! Y yo dije: Es el colmo, ahora sí que le tiene que molestar, después de todo es SU MADRE. Pues no, la señora se molestó porque mi mamá lo apartó de un patadón, antes de que terminara de orinar a mi abuela. O sea que le valió madres que mi abuela estuviese toda orinada, se fue a revisar si su "hijo" estaba bien. Es patético que prefiera a sus perros que a su familia, ¿no lo creen? 

Pero eso sí, la señora no quería hijos, ¿verdad? Antes nos detestaba y nos corría de su casa porque éramos desastrosos. Pero ahora... quien la viera con sus perros. Engañándose a sí misma, diciendo que son sus hijos... Es muy triste. Demasiado ¬¬ Y enfada, porque ya es DEMASIADO. Ya no la soporto.

Okey, me parece perfecto que sea buena con los perritos, pero hay un límite. Eso de que le dé comidas como yogurts, salchichas, carne, pollo, etecé, me ENFADA. Me enfada que se gaste el montón de dinero que tiene (ya que como no tiene hijos en qué gastarlo) comprándole tonteras y eso, en vez de poder ayudar a NIÑOS. Niños de verdad, darles comida, víveres, donaciones... Yo que sé, sacarlos de su miseria. 

 Bah, como dije, no sé la raza, pero le robé una foto del infame Lucas. Así anda vestido en las épocas Navideñas ¬¬  Agh odio a ese perro ¬¬






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